Guardianes de la selva, anfitriones de experiencias auténticas

Nuestra Historia

En Paz y Flora, creemos que la selva no solo se observa: se protege, se respeta y se vive. Nuestra historia comienza en enero de 2019, cuando una familia costarricense, profundamente enamorada de la Península de Osa, decidió abrir un espacio donde la naturaleza y las personas pudieran convivir en equilibrio.

Ubicados en Los Planes, uno de los rincones más biodiversos de Costa Rica, conservamos con orgullo 55 hectáreas de bosque primario, hogar de árboles imponentes que superan los 70 metros de altura, y 17 hectáreas de bosque secundario que estamos regenerando día a día. Cada sendero, cada río y cada árbol forman parte de un ecosistema único que resguarda aves, mamíferos, insectos y cientos de especies que dependen de este lugar para existir.

Lo que comenzó como un esfuerzo familiar para cuidar la tierra pronto se transformó en un proyecto de turismo sostenible, donde cada visitante se convierte en aliado de la conservación. Con actividades diseñadas para admirar sin invadir, en Paz y Flora invitamos a caminar entre gigantes verdes, cabalgar por la selva llena de árboles centenarios o dejarse llevar flotando suavemente por aguas cristalinas provenientes del Parque Nacional Corcovado.

Nuestra esencia es compartir la riqueza natural sin alterarla. Por eso, trabajamos con guías locales expertos, comprometidos con enseñar a cada visitante la importancia de preservar la selva y transmitir conocimientos sobre su biodiversidad. Más allá de una experiencia turística, Paz y Flora es un espacio de aprendizaje y reconexión: aquí se respira aire puro, se escuchan los sonidos de la selva y se siente la vida fluir sin prisas.

Creemos firmemente que el turismo puede ser una herramienta para regenerar lo que hemos perdido y proteger lo que aún conservamos. Cada paso que damos junto a nuestros visitantes reafirma que es posible desarrollar actividades responsables que generen empleo, eduquen a la comunidad y aseguren que este bosque se mantenga intacto para quienes vendrán después.

Hoy, Paz y Flora es un pequeño pero valioso ejemplo de que la armonía entre el ser humano y la naturaleza no solo es posible, sino necesaria. Queremos seguir creciendo de forma consciente, fortaleciendo nuestras raíces familiares y nuestro compromiso con la tierra.

Bienvenidos a Paz y Flora: un refugio en la selva para todos los que sueñan con cuidarla y descubrir su verdadera esencia.

Explora, respira y cuida: cada paso en Paz y Flora protege un bosque lleno de vida.

La selva es hogar, escuela y refugio. Ven y descubre por qué la cuidamos tanto.

Beneficios de Visitarnos

01

Conexión auténtica con la naturaleza

Vive la selva de forma real, caminando entre árboles centenarios, cabalgando por rutas tranquilas o flotando por ríos cristalinos, siempre con guías locales comprometidos con la conservación.
02

Turismo responsable y sostenible

Cada experiencia está diseñada para disfrutar sin dañar: fomentamos prácticas de bajo impacto, protegemos más de 70 hectáreas de bosque y regeneramos áreas degradadas para garantizar que la naturaleza siga viva.
03

Apoyo a la comunidad local

Al visitarnos, impulsas la economía de familias de la Península de Osa, generas empleo digno y ayudas a transmitir el conocimiento y amor por la selva a nuevas generaciones

Nuestra Visión

Proteger y conservar la riqueza natural de la Península de Osa, ofreciendo experiencias de turismo sostenible que conecten a cada visitante con la selva de forma auténtica y respetuosa, generando conciencia, educación ambiental y oportunidades para la comunidad local.

Nuestra Misión

Ser un ejemplo reconocido a nivel nacional e internacional de turismo regenerativo y armonía entre las personas y la naturaleza, inspirando a futuras generaciones a valorar, cuidar y preservar los bosques primarios y la biodiversidad que hace única a nuestra región.

¡Vive la aventura en Paz y Flora!

Reserva con Nosotros

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